Mara y Jo, dos veinteañeras que viven en Nueva York, son amigas desde el instituto. A lo largo de una década, a medida que los trabajos, los novios y los apartamentos van y vienen, su poderoso vínculo se estira pero nunca se rompe por completo.

«Un cine alegremente dialogado que celebra la amistad como fuerza sanadora y al mismo tiempo vampirizante.»
Otros Cines Europa

«Dan Sallitt es un cineasta que no habla a gritos y confía en el poder de lo que no se dice.»
El Agente del Cine

DAN SALLITT (director)

Dan Sallitt es cineasta estadounidense. Formado en la Universidad de Harvard y la escuela de teatro, cine y televisión de la UCLA, trabajó durante años como crítico de cine en Los Angeles Reader. Debutó como director en 1986 con el largometraje Polly Perverse Strikes Again! y obtuvo un reconocimiento internacional con The Unspeakable Act (2012). Sus películas han sido proyectadas en festivales como Rotterdam, Viena, Karlovy Vary y Edimburgo. Fourteen tuvo su estreno mundial en la Berlinale de 2019.

Filmografía:

1986: Polly Perverse Strikes Again!
1998: Honeymoon
2004: All the Ships at Sea
2012: The Unspeakable Act
2019: Fourteen

Notas de producción

Fourteen, película escrita y dirigida por Dan Sallitt, traza la amistad entre dos mujeres desde su juventud hasta la edad adulta. Jo, una trabajadora social, encuentra cada vez más difícil funcionar en el mundo, llegar puntual a sus citas o cumplir compromisos. El consumo de sustancias es la causa aparente, pero sus allegados sospechan que puede tener una enfermedad mental no diagnosticada. Su amiga Mara, que ha admirado a Jo desde el instituto, trata de ayudarla cuando puede y se aleja si el comportamiento errático de Jo se vuelve demasiado difícil de soportar, en un ciclo aparentemente interminable. A lo largo de una década, a medida que los trabajos, los novios y los apartamentos van y vienen, el poderoso vínculo entre las amigas se estira pero nunca se rompe por completo. •

La producción

Fourteen, el quinto largometraje de Sallitt en una carrera de 34 años, surgió como un problema de producción. Las circunstancias del trabajo diario del director (Sallitt trabaja como redactor técnico para el departamento de Tecnología Informática de la ciudad de Nueva York) impedían que pudiera tomarse los suficientes días de vacaciones para filmar un largometraje de la manera a la que estaba acostumbrado. La necesidad de rodar en pequeños bloques, con tiempo entre ellos para acumular recursos y acomodar el trabajo, condujo a un proyecto que abarca aproximadamente una década en la vida de sus personajes y en el que los vacíos en la historia se corresponden con (y se benefician de) los vacíos en el cronograma de rodaje. «Hacer películas es mucho más fácil si tu historia tiene dos personajes principales y una localización. Esto crea la necesidad de contar historias concentradas con un concepto dramático fuerte y un microcosmos que represente una condición humana más grande. Me gusta este estilo de películas, pero después de haber hecho algunas de ellas, uno comienza a quedarse sin ideas... Así que fue emocionante verse forzado a un nuevo tipo de historia, una que habría sido logísticamente abrumadora si la hubiéramos filmado de una vez. Pude poner el drama en segundo término y centrarme más en la entropía de la vida, en los aspectos cíclicos e inmutables que se presentan primero cuando nos miramos a nosotros mismos y a los demás. A partir de algunas escenas clave, desarrollé una historia de deterioro psicológico en parte basada en fragmentos de la vida de amigos y conocidos. El tema se prestó a una historia que salta a través del tiempo. Y me gustó la idea de que los personajes no tuvieran que seguir un arco descendente, que las brechas de tiempo pudieran usarse para mostrar interludios felices o esperanzados cuando menos te lo esperas. Desde el exterior, una vida infeliz puede parecer feliz el 75% del tiempo. Esa es la lección que nos enseñaron las películas de Maurice Pialat». •

El reparto

El papel de Mara fue escrito para Medel, quien formó parte del proyecto desde sus inicios y que había interpretado a la precoz adolescente Jackie en la película anterior de Sallitt, The Unspeakable Act (2012). Encontrar a Jo fue más difícil, ya que varias actrices fueron propuestas para el papel. Norma Kuhling, que actualmente participa en la serie de la NBC Chicago Med, persiguió el trabajo con fervor y fue elegida en el verano de 2016, cuatro años después de que Sallitt le contara a Medel la historia que se convertiría en Fourteen. El papel clave de la joven hija de Mara, que conoce a Jo solo como la heroína de sus cuentos antes de acostarse, es interpretado por Lorelei Romani, la hija de Kelly Miller, habitual jefa de maquillaje y peluquería en los proyectos de Sallitt. Otros actores que habían trabajado previamente con el director también se unieron a papeles secundarios: Strawn Bovee como la madre de Mara y cuya colaboración con Sallitt se remonta a 1985; Dylan McCormick, estrella de Honeymoon (Sallitt, 1998), como Conor, el novio de Jo; Caroline Luft, memorable como la psiquiatra en The Unspeakable Act, y aquí como la madre de Jo; Aundrea Fares, la madre de The Unspeakable Act, en un pequeño pero entretenido papel en el clímax de Fourteen; y Evan Davis y Ben Sloane, vistos brevemente en aquella cinta. •

El rodaje

El guion de la película se divide en nueve períodos de tiempo, pero resultaba imposible rodar por separado cada etapa. El rodaje finalmente se dividió en cinco bloques entre marzo de 2017 y agosto de 2018, sumando un total de 22 días de grabación. La planificación original, mucho más corta, se extendió por muchas circunstancias, incluido el casting de Chicago Med de Kuhling. «Cualquier producción cinematográfica es un blanco fácil para el destino», dice Sallitt. «Alguien que ha hecho tantas películas como yo y que planifica un rodaje de bajo presupuesto con tantos puntos débiles merece todo el dolor que siente. Afortunadamente, los retrasos entre las grabaciones solo mejoraron la sensación en pantalla del paso del tiempo». Medel y Kuhling aceptaron el desafío, manteniendo un enfoque nítido en las caracterizaciones a pesar de las pausas entre los rodajes y su apretada agenda. Y, como la película se filmó principalmente en orden cronológico, Sallitt pudo ir editando secuencias completas durante esos descansos. «Tiendo a sobreplanificar mis películas, por lo que la oportunidad de montar Fourteen mientras la filmaba no retroalimentó el proceso tanto como podría haberlo hecho», dice el director. «Es un gran impulso psicológico ver en qué estás trabajando mientras lo sigues rodando. Una vez que empiezo, tiendo a olvidar incluso por qué quise hacer esa determinada película, pero esta vez editar las escenas por el camino me ayudó a no perder de vista la meta». El rodaje tuvo lugar principalmente en lugares alrededor de Brooklyn y Manhattan, pero se filmaron escenas clave en Katonah y Briarcliff Manor, en el estado de Nueva York, donde crecieron Mara y Jo. •

La historia

Fourteen cuenta la historia desde la perspectiva de Mara, que aparece en todas las escenas de la película. «Si se describe la trama, Jo es el personaje central, el principio organizador de la película», dice Sallitt. «Pero en cierto modo es una excusa para mostrar todo sobre la vida de Mara, todas las cosas carentes de drama que terminan creando una imagen completa de ella». Lo que Mara es para Fourteen, lo es Nick Carraway para El gran Gatsby: el observador observado. Lejos de estar sometida por la trama, la película dedica la mayor parte del tiempo a mostrar aquellas actividades cotidianas que solo afectan indirectamente a la crisis de Jo. Vemos y escuchamos bastante sobre la carrera de Mara como maestra y sobre la dedicación de Jo como trabajadora social; observamos cómo sus relaciones van y vienen (en este reino Mara parece misteriosamente solo un poco más estable que Jo), nos percatamos de cómo cambian sus condiciones de vida y, finalmente, nos detenemos en el viaje de Mara como madre soltera. En esta colección aparentemente aleatoria de experiencias, el tema de Jo perdiendo la batalla contra la vida se dibuja como una delgada línea. «Cuando uno lo piensa, esta película es insoportablemente triste», dice Sallitt. «La mayoría de las veces, uno no piensa en ello, debido a la energía de la juventud y al placer de la camaradería. Pero creo que le debemos a Jo reconocer, aunque sea brevemente, que no hay consuelo para su pérdida». •